jueves, 9 de febrero de 2012

ESPINACAS!

A la rica CROQUETA!


Las verduras deben estar presentes en nuestra dieta diaria, a veces es bastante aburrido la manera de prepararlas, pero sin embargo existen infinitas posibilidades de introducirlas, y cocinarlas, que hasta para los más pequeños de la casa, sea divertido comerlas!

¿A quién no le gustan las croquetas que prepara mamá? una amiga, Maribel, me animó el otro día a hacerlas en casa y comentó que se pueden hacer de TODOS LOS GUSTOS Y SABORES, si sabes cómo hacer la masa de base. En definitiva un plato sencillo y de toda la vida que nos puede aportar aquello que queramos o lo que más nos apetezca!

Pensando en verduras, decidí hacerlas de ESPINACAS, PIÑONES Y QUESO DE CABRA!
y fueron un éxito!

Las espinacas es una verdura con un aporte calórico muy bajo y además un alto contenido en fibra! en contrapartida debo decir que hay que moderar su consumo en los casos que se tiene ácido urico ( o se padece de "gota") el queso de cabra le da un sabor diferente y muy rico, y los piñones (opcionales) son la sorpresa que da originalidad al plato!

INGREDIENTES:

Para la MASA

- 1/2 cebolla mediana
- 400 g de espinacas cortadas (yo las usé congeladas)
- 1/2 rulito de queso de cabra (en función del gusto se puede poner más o menos)
- Leche entera ( 350cc aprox)
- Piñones (un puñado +/-)
- Harina ( en función de la cantidad que vayamos a preparar)
- Sal
- Nuez moscada (opcional)

Para REBOZAR

- Pan rallado
- 1 huevo batido
- Harina


PREPARACIÓN:


  • Cocemos las espinacas durante unos minutos y dejamos escurrir bien (la espinaca guarda mucho el agua), reservamos.


  • En una sartén sofreímos la cebolla previamente cortada a trozitos muy pequeños, a fuego lento para que no se queme y se vaya pochando, entonces, añadimos un cacito de harina y a fuego lento mezclamos con la cebolla y dejamos que se fría lentamente, y vamos añadiendo paulatinamente la leche, y removiendo, se vuelve a añadir harina, y se vuelve a añadir leche hasta crear una masa de consistencia blandita.                                                                                                                                                                







  • Añadimos las espinacas con los piñones y el queso de cabra incorporándolo a la masa, si vemos que está muy liquida deberemos añadir más harina, si por el contrario, queda demasiado "mazacote" le añadimos más leche.
  • En este momento, después de echar el queso debemos probarla y así sabremos cuanta sal necesita ( si queremos añadirle nuez moscada también es el momento)
  • Mi abuela le dio un truco a mi madre para saber cuando está la masa de las croquetas ya lista para sacar del fuego, y es cuando la masa se nos despega sola de la sartén sin dejar restos.



  • Al retirarla del fuego, la esparcimos en un molde para que se enfríe, y la dejamos reposar en la nevera un par de horas para que sea más fácil manipularla.




  • Al sacarla de la nevera veremos que la masa está más compacta, nos untamos las manos con un poco de harina y formamos las croquetas del tamaño que queramos, pasándolas después por harina (en poca cantidad) huevo y pan rallado.




  • Si las preparáis por la tarde y las servís por la noche, aconsejo no freírlas hasta el último momento, se pueden guardar ya rebozadas por huevo y pan rallado (pero sin que les de el aire, tapadas con papel de film)



Feliz semana! i BON PROFIT! 

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